Thursday, March 30, 2006

El elefante y la hormiguita (no es lo que piensan)

Un viejo elefante se había separado de su manada y vagaba perdido por la selva. Agotado ya de caminar, se tendió en un claro y comenzó a lamentarse de su mala suerte: ¡Qué voy a hacer yo aquí, viejo y sólo!. Entonces escuchó una vocecita que le dijo: Viejo sí, ¡Solo no!, yo he estado contigo todo el tiempo. Era una pequeña hormiguita que jugueteaba con una brizna de pasto. ¿Y que podrías hacer tu por mí, tan chiquita como eres, tanto que yo ni siquiera había notado que estabas conmigo?

Pues mira, ¿recuerdas cuando sentiste un fuerte pinchazo en una pata? Yo te piqué, pero no para hacerte daño, si no para que levantaras tu pata, ya que estabas a punto de meterla en un pozo y probablemente te la habrías lastimado. ¿Recuerdas también cuando te llevaste por delante aquel enorme hormiguero? Mis amigas podrían haberte atacado y matado, pero yo intercedí por tí. Les expliqué que estás viejo y miope y que todo había sido un accidente, no habías tenido intención de hacerles daño. ¡El problema fue cuando resbalaste en el barro, me arrastraste contigo, me hundiste y casi me aplastas!, pero por suerte pudimos salir juntos.

Y, sin ir más lejos, ¿con quien estarías hablando ahora y compartiendo tus sentimientos si yo no estuviera aquí?

Tienes mucha razón hormiguita, es muy importante estar acompañados. El problema es que a veces ni siquiera nos damos cuenta de que tenemos a alguien al lado nuestro, quizá porque es chiquito, o diferente o porque nos creemos superiores a él. Pero a veces él nos ayuda a no meter la pata, aún cuando para eso deba causarnos algún dolor, nos defiende de la agresión y se la juega por nosotros y, si por ahí nos hundimos juntos en el barro de la vida, también juntos salimos de él.

j.e.d.c. - 07/11/2002

No comments: